¿Qué es la dermatitis atópica?
Generalmente aparece en la infancia, pero puede desarrollarse en cualquier etapa de la vida. Conoce más sobre esta patología aquí.
También conocida como eczema, es una inflamación crónica de la piel, que causa irritación, picor y trastornos del sueño. Dentro de los síntomas también se encuentran manchas secas y de coloración roja y café oscuro; sarpullido que al rascarse puede sangrar, secretar un líquido transparente y, el engrosamiento y /o endurecimiento de la piel.
En lactantes y niños, la erupción se manifiesta en el cuero cabelludo, rodillas, codos y mejillas. En el caso de los adultos, puede presentarse en pliegues de muñecas, codos, rodillas, tobillos, rostro y cuello.
Cabe destacar que la dermatitis atópica no se puede transmitir de una persona a otra, pero suele afectar a personas con rinitis alérgica, asma, esofagitis, alergias alimentarias y familiares con estas enfermedades.
Los pacientes con esta patología suelen experimentan brotes, provocados por diferentes activadores:
- Baja humedad, clima frío y cambios extremos en la temperatura
- Exposición a ciertos detergentes, jabones y perfumes
- Presencia de ácaros del polvo, pelo y saliva de animales
- Algunas telas ásperas y lana
- Infecciones de la piel
- Cambios hormonales (períodos menstruales o embarazo)
- Sudoración
- Alergias alimentarias
- Estrés
El tratamiento consiste fundamentalmente en terapias con medicamentos recomendados por un dermatólogo, dependiendo de cada caso, puede incluir: cremas humectantes, corticoides tópicos, antialérgicos, probióticos, fototerapia y estrictos cuidados a la piel.
Dentro de los hábitos recomendados para controlar los síntomas, se encuentran:
- Evitar bañarse en exceso
- No rascar las zonas afectadas
- Aplicarse humectantes indicados por un médico
- Utilizar prendas cómodas, no tan ceñidas al cuerpo
- Lavar la ropa nueva antes de usarla
- Mantener las uñas cortas para evitar rascarse la piel
- Usar filtro solar FPS para pieles sensibles (mineral), no generan crisis de alergia
- Ducharse inmediatamente luego de nadar en una piscina, para deshacerse de los químicos presentes en el agua
- Tratar de evitar los factores desencadenantes de brotes como la exposición a cambios extremos en la temperatura, detergentes o jabones fuertes, ácaros del polvo, algunos elementos textiles, y dieta en algunos casos.