Consejos para enfrentar los cambios de temperatura
Durante esta temporada, se pueden producir condiciones que contribuyen a desarrollar un resfriado o alguna enfermedad típica del invierno, si no se toman las medidas necesarias.
Los cambios bruscos de temperatura pueden afectar al sistema inmunológico, ya que al pasar de calor a frío, el sudor se enfría y hace que baje rápidamente la temperatura corporal. Por esta razón, el cuerpo busca guardar el calor y, para ello, conduce menos sangre a los tejidos periféricos o superficiales como la piel, vía respiratoria superior y zonas expuestas al frío. Como consecuencia, llegan menos defensas (glóbulos blancos) y los gérmenes que estén presentes no son destruidos del todo, lo cual favorece a que las infecciones avancen más rápido.
Durante el invierno, las enfermedades más frecuentes son virales, como la influenza o adenovirus y, actualmente, existe el riesgo de contraer COVID-19 si es que no se toman medidas de autocuidado. Además, otro agente de contagio son las bacterias, que pueden causar resfriados, rinitis, sinusitis, bronquitis o neumonías. A esto, se agregan las crisis de asma generadas por infecciones respiratorias, por lo que prevenir los cambios de temperatura resulta fundamental.
Recomendaciones
- Utilizar ropa según las condiciones climáticas de frío, calor, humedad, lluvia, etc. Dependiendo la sensación térmica, ir agregando o retirando las prendas para así mantener la temperatura corporal adecuada y confortable. No exagerar con las capas de ropa hasta transpirar.
- Calefaccionar los lugares fríos donde se va a permanecer y abrir la ventana para permitir la entrada de oxígeno a la habitación.
- Ventilar diariamente los hogares con la regla del 2-3-30, es decir, dos ventanas abiertas, dos veces al día y por al menos 30 minutos.
- Evitar fuentes de calefacción directas al cuerpo y cara, puesto que pueden provocar un golpe de calor y sudoración.
- Evitar la exposición de humos de todo tipo, provenientes de leña, braseros, chimeneas, cigarros, etc.
Más consejos para protegerse este invierno:
- Mantener el uso correcto de mascarillas, lavarse constantemente las manos, procurar distancia física de al menos un metro y medio con otras personas y no concurrir a espacios cerrados con aglomeraciones. Evitar estar cerca o en contacto con personas enfermas. En caso de deber hacerlo, realizar las medidas de autocuidado mencionadas.
- Durante esta temporada, vacunarse contra el COVID-19 y la influenza y seguir las recomendaciones de su médico como, por ejemplo, inocularse contra la neumonía.
- Controlar con un especialista las patologías crónicas y de base que pueden afectar a las defensas como la diabetes, hipertensión, asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), etc.
- Chequear mediante exámenes de sangre cómo están las defensas, niveles de proteínas, vitaminas entre otros, ya que son necesarias para mantener un sistema inmunológico fuerte y efectivo.