¿Qué es el trastorno bipolar?
Si bien es una enfermedad mental crónica de carácter grave, con el tratamiento adecuado las personas afectadas pueden llevar una vida normal.
También conocido como trastorno afectivo bipolar, consiste en combinar fases de ánimo depresivo, donde predomina la tristeza, inhibición e ideas de muerte; con fases de ánimo hipomaníacas, que se caracterizan por la exaltación, euforia y grandiosidad.
Actualmente, el término se ha tergiversado y se suele utilizar para describir a personas que tienen cambios emocionales. No obstante, la bipolaridad se asocia a variaciones anímicas de mayor profundidad. En un día se puede tener muchas emociones, por otra parte, el ánimo es más estable en el tiempo.
Se estima que el 3% de la población mundial puede presentar este diagnóstico, donde existen causas genéticas y socioambientales, pero lo más común es que sea de origen hereditario. La edad de inicio del trastorno bipolar suele ser alrededor de los 20 años. Pero, cuando ocurre después de los 40 años se asocia a condiciones médicas, neurológicas o al efecto de medicamentos antidepresivos y esteroides.
Para determinar el diagnóstico de bipolaridad, es necesaria una evaluación clínica completa. Sin embargo, dentro de los principales signos de alerta se encuentran:
- Cuadros depresivos de más de 2 semanas
- La presencia de síntomas hipomaníacos o maníacos de exaltación anímica como:
- No dormir en varios días y no sentirse cansado.
- Tener una energía desbordante.
- Alto apetito sexual.
- Correr riesgos innecesarios como manejar a alta velocidad.
- Tendencia a consumir drogas.
- Tener conductas violentas.
Si existe sospecha de la presencia de este trastorno y se tiene historial familiar de la enfermedad, es esencial consultar con un especialista para realizar el diagnóstico y poder controlarla oportunamente, ya que limita la funcionalidad del paciente y puede conducirlo a dañarse o incluso a la muerte, debido a conductas propias de la depresión o acciones descontroladas por los estados eufóricos.