Vértigo y mareo: ¿son lo mismo?
Ambos pueden provocar una sensación de inestabilidad, por lo que se pueden confundir. Aprende a diferenciarlos y a saber cuándo buscar ayuda profesional.
El vértigo se refiere a la ilusión de movimiento cuando no lo hay, por ejemplo, sentir que el entorno gira alrededor de uno. El mareo, en cambio, es un síntoma más inespecífico, produce la impresión de emborrachamiento o de sentirse inestable como en un barco.
En relación a síntomas asociados, el vértigo puede estar acompañado por náuseas, vómitos, pérdida de la audición, tinnitus (ruido en el oído). No obstante, la sensación de mareo no suele estar acompañada de estos signos.
¿Son normales estas sensaciones?
De acuerdo a los expertos, el vértigo suele estar causado por algún trastorno en el sistema del equilibrio periférico (oído) o central (cerebro), por lo tanto, no es normal. Sin embargo, el mareo es un síntoma que puede presentarse en situaciones de estrés, por levantarse brusco, como efecto secundario de fármacos o alteraciones del ciclo del sueño.
Por eso, cuando se trata de vértigo, es recomendable siempre visitar a un especialista, porque la causa suele ser alguna enfermedad del sistema del equilibrio. Si el síntoma es agudo, súbito y prolongado, es decir, que dure más de 15 minutos, debes acudir a un Servicio de Urgencia a la brevedad, porque puede asociarse a algo más complejo, como un accidente vascular.
En cuanto al tratamiento, va a depender de la causa que lo genere. Por ejemplo, si es vértigo postural, que ocurre cuando los otolitos (cristales que están dentro del oído interno) se mueven de su posición normal, se realizan maniobras de reposición vestibular (ejercicios especiales) para volver a ubicarlos en su lugar. Cuando el problema son los nervios del equilibrio, se recetan medicamentos para calmar las náuseas y las molestias por unos 5 días y, en caso de persistir los síntomas, se deriva a rehabilitación vestibular para recuperar el equilibrio.